lunes, 11 de agosto de 2014

Descubriendo Ligas: Tahití


Abrimos nueva sección, comenzamos "Descubriendo Ligas". En esta sección hablaremos del fútbol en diversos países desconocidos, desde pequeños países europeos hasta exóticas islas oceánicas, sin olvidarnos del continente africano. Nada mejor para comenzar que con el país que encandiló a medio mundo en la última Copa Confederaciones, Tahití.

Hasta el año 2013 Tahití era sinónimo de paraíso tropical, siendo completamente desconocida en el aspecto futbolístico. Eso fue, como ya hemos dicho, hasta 2013, año en el que se disputó la Copa Confederaciones de Brasil, competición en la cual los francopolinesios alcanzaron la fama mundial. Ya ha pasado 1 año desde aquello pero, ¿cómo llegó Tahití a la Copa Confederaciones? Todo se remonta al año 2012, fecha en la que se disputó la OFC Nations Cup, el equivalente a la Eurocopa pero en versión oceánica. Dicha competición se disputó en las Islas Salomón, un pequeño país formado por 990 islas repartidas en 2 archipiélagos y en la que tan solo habitan 600.000 personas. Tras arrasar en la fase de grupos, en la que se impusieron a Samoa (10-1), Nueva Caledonia (4-3) y Vanuatu (4-1), jugaron contra los anfitriones en semifinales, a los que ganaron 1-0, alcanzando de nuevo la final 16 años después. En dicha final volvieron a enfrentarse a Nueva Caledonia, selección contra la que ya habían jugado en primera ronda y a la que volvieron a ganar, esta vez por 1 gol a 0 con un gol histórico de Chong Hue. De esta manera, Tahití ganaba por primera vez en su historia la OFC Nations Cup, clasificándose también para la nombrada Copa Confederaciones.

Momento en el que los jugadores de Tahití alzan la OFC Nations Cup
Todo un hito para la selección tahitiana, que jamás había jugado en un torneo organizado por la FIFA. Así llegaban a Brasil, con también un objetivo completamente diferente a las otras 7 selecciones. Tahití no fue a ganar sino a dar el máximo por su país y llevarse una experiencia inolvidable. Cosas del destino, no sólo se ganaron la admiración del todo el mundo por su forma de jugar a pesar de solo haber un profesional en el equipo, sino que en su primer partido consiguieron marcar 1 gol. El primero y el último en el torneo, pero eso para ellos no importaba, habían hecho historia. El afortunado en marcar el gol fue Jonathan Tehau, un repartidor de Coca-Cola. Así es, de los 23 jugadores solamente había 1 profesional, compaginando el resto el fútbol con otro trabajo. De hecho, a la Confederaciones viajaron dos maestros, tres repartidores, tres estudiantes e incluso un escalador que se encarga de la reparación de zonas peligrosas, entre otras muchas profesiones. Aunque el gol de Jonathan Tehau, que supuso el 1-3, no afectó en el partido (acabaron 1-6) fue un hecho histórico, ya no sólo para la selección de Tahití sino para el fútbol mundial.

Jugadores de Tahití celebrando el gol de Jonathan Tehau contra Nigeria
Estaban en el primer partido de la fase de grupos, enfrentándose después a Uruguay (0-8) y a la vigente campeona del mundo, España (0-10). Tahití, que durante todo el torneo fue apoyada por los aficionados locales, se gano el cariño de todo el mundo, y más tras algunas de las acciones que hicieron. Un ejemplo es que al inicio de cada encuentro regalaban a todos los jugadores rivales un collar típico de su geografía. También, un día en el que el combinado estaba concentrado, a la puerta del hotel les esperaban unos aficionados por lo que salieron para hacerse fotos y autógrafos con cada uno de ellos y, como recompensa por el cariño mostrado, regalaron entradas para la competición a los presentes. Al finalizar el torneo, mostraron una pancarta en portugués en la que se podía leer "Gracias Brasil", portando varios jugadores banderas del país. Actualmente, la selección de Tahití ocupa la posición 171 en el ranking FIFA. El segundo mayor logro de la selección tahitiana fue alcanzar en el año 2009 el Mundial sub'20. Aunque perdieron los 3 partidos con un parcial final de 0-21, sólo el hecho de llegar a jugarla fue todo un hito en ese momento para la selección.

Pancarta mostrada por los jugadores de Tahití en la que pone "Gracias Brasil"
Pero no todo en Tahití es la selección, también hay campeonato liguero. Este se divide en Primera y Segunda División y tiene un sistema realmente complejo en comparación con las ligas europeas. La primera gran diferencia es el sistema de puntuación, ya que en Tahití todos ganan. La victoria se recompensa con 4 puntos, el empate con 2 y la derrota con 1. Ambas ligas se dividen en 2 fases. En la primera fase juegan todos contra todos un solo partido, aunque realmente en la Segunda División esta ronda no tiene ninguna utilidad a la hora de ascender. En Primera División, de los 10 equipos que juegan la primera fase, los 6 primeros vuelven a jugar entre ellos en la segunda fase 2 vueltas, teniendo en cuenta solo los resultados de esta última fase. Los otros 4 equipos se unen a los que se encuentran en Segunda División, jugando una segunda fase a una sola vuelta en la que los 4 primeros clasificados ascienden o permanecen en Primera División. Por ello, los resultados de la primera fase en Primera División solo marcan si jugarás por el título o por la permanencia, no teniéndolos en cuenta en la segunda fase. El actual campeón de liga es el AS Pirae, siendo este su séptimo título. El equipo con más títulos ligueros es el Central Sport con 20, aunque el club lleva 29 años sin ganar ningún título. Además de la liga, también cuentan con Copa y Supercopa, en la que se enfrentan el campeón de liga y copa.
  
Once inicial en un partido liguero del AS Pirae, actual campeón de liga
Así es el fútbol en Tahití, un país en el que disfrutan de este deporte pase lo que pase, en el que aunque pierdas todos los partidos acabarás con puntos. Un lugar en el que todos juegan por afición y no por negocio, donde gracias a su ilusión y esfuerzo consiguieron llegar a un torneo internacional y darse a conocer a todo el mundo. Porque en un deporte repleto de profesionales, ellos triunfaron demostrando al resto que no todos los futbolistas son millonarios.

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